Sobre este tema la Organización Mundial de la Salud (OMS), desarrolla anualmente la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), en su efecto, del 21 al 26 de mayo de año corriente en Ginebra, Suiza, se llevará a cabo su 71ª versión, en la cual participan los Estados Miembros y tiene como principal objetivo lograr el bienestar del ser humano en todo el sentido de la palabra, sin exclusión alguna.
Lamentablemente, el país al que tengo el honor de representar, la República de China (Taiwán), el año pasado, por temas posiblemente políticos, no fue invitado por la OMS para participar como observador en las actividades desarrolladas, figura con la que asistimos anteriormente.
En los últimos años, Taiwán ha transformado con éxito su papel en la escena internacional, pasando de ser receptor de ayuda a proveedor de asistencia. Con más de 23 millones de habitantes, ha establecido un sistema integral de prevención de enfermedades y ha organizado numerosos talleres de formación dirigidos a desarrollar capacidades para prevenir padecimientos como el ébola, el síndrome respiratorio de oriente medio (MERS), el dengue y el zika en la región de Asia-Pacífico y en el sudeste asiático.
Hemos creado el programa del Seguro Nacional de Salud (NHI, siglas en inglés) de la República de China, que representa un referente mundial en cuanto a cobertura universal, y ofrece lecciones valiosas sobre cómo brindar atención médica de alta calidad y asequible para todos.
Los usuarios del NHI pueden acceder a la amplia gama de servicios, desde medicina occidental, cuidado dental hasta tratamientos de medicina china, a precios razonables. A fin de garantizar la ecuanimidad, los pagos se calculan en proporción al salario individual. La Administración del NHI, subordinada al Ministerio de Salud y Bienestar (MOHW, siglas en inglés), paga todos los servicios médicos. Este tipo de organización garantiza un alto nivel de eficiencia al reducir los gastos administrativos.
Por su ubicación en el este de Asia, Taiwán comparte semejanzas con los países vecinos que pueden favorecer la transmisión de epidemias. Por ello, es vulnerable a la transmisión transfronteriza de enfermedades contagiosas.
Al no asistir a la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) y tampoco participar en las reuniones técnicas, mecanismos y actividades de la OMS, se crean graves lagunas en el sistema mundial de seguridad sanitaria.
Ahora bien, con nuestra participación en la Asamblea y en la OMS, podríamos compartir la experiencia con otros países, realizar informes oportunos y adquirir información sobre enfermedades, además de desempeñar un papel constructivo en la protección de la salud mundial. Esto crearía un escenario beneficioso para todos: para Taiwán, para la OMS y para la comunidad internacional.