Dicen quienes saben de derecho, que una nación está conformada por una sociedad, un territorio y un gobierno elegido de manera voluntaria y democrática por el voto de su pueblo.
Como ciudadano del mundo, es imposible pasar desapercibido el mensaje de Xi Jinping presidente de la República Popular China, el 2 de enero de 2019, en el discurso 40º aniversario del llamado “Mensaje a los Compatriotas de Taiwán” donde deja ver que quiere imponer el principio de “un país, dos sistemas», lo que aceleraría la reunificación forzosa.
Así mismo, pretende desconocer el gobierno elegido de manera democrática por los ciudadanos de Taiwán, al querer “negociar” directamente con los partidos políticos en contra de la voluntad de su pueblo.
En su propósito implícito de no renunciar al uso de la fuerza y tomar todas las medidas que sean necesarias para lograr la reunificación de la República Popular China y la República de China (Taiwán), ponen en riesgo la estabilidad de la región y del mundo, teniendo en cuenta que, como ciudadanos de un mundo globalizado, nos afecta directa e indirecta lo que ocurra en cualquier lugar de la tierra.
Quienes somos y vivimos la democracia, sin importar el lugar donde hemos nacido o nos encontremos, tenemos el sagrado deber de denunciar todo intento de atropello y sometimiento que pretendan realizar en contra de la libertad y forma de organización política que un pueblo ha elegido.
Con esta reflexión, no pretendo calificar a nadie, de buenos y/o malos, toda vez que los mismos términos son relativos, pero sí hago un llamado a respetar la decisión libre y soberana de un pueblo que ha elegido su forma de organización dentro de la democracia mundial, como lo son los ciudadanos de la República de China (Taiwán).
Imagen tomada de: http://diariometro.com.ni/mundo/205064-medio-ambiente-proyectos-cambio-climatico-contaminacion/
Por: Pevamz