Hay historias que enternecen, más cuando se trata de personas que lo han dado todo y al pasar el tiempo, llegan a la vejez y por alguna razón, sus familiares, hijos, nietos, nueras, yernos, en fin, más allá del parentesco, los llevan a un hogar geriátrico o un hogar de personas mayores, en algunos casos, llegan donde son cuidados y atendidos con cariño, como en esta historia, pero es de recordar que hay lugares donde no reciben ese cariño y respeto que merecen.







